lunes, 25 de octubre de 2010

Joder.


Joder. Se me había olvidado lo insoportable que puede llegar a ser esta situación. El debatirse entre ser una buena amiga y ser fiel a una misma. Ir a por el chico que te gusta o animar a tu mejor amiga a ir tras él. Y lo peor de todo es que eres incapaz de decir nada. Te callas. Te deprimes. Y lo único que haces es pintar una sonrisa artificial en tu cara y asentir cuando te hablan. Como una puta barbie, sólo que además fea, sin tetas y con el culo salido.
Otro punto gracioso también es que el chico ni siquiera lo vale, él simplemente está ahí, con sus ojos verdes y su cinturón diesel, conquistándolas a todas sin ni siquiera darse cuenta de todo lo que conlleva coquetear con la mejor amiga de la chica con la que tuviste algo este verano.
Y aquí estamos, escribiendo para no acabar gritando, con ganas de que el resto de la casa duerma para poder soltar la rabia en las cuerdas de la guitarra, que ya llora al verte llorar. Sabiendo la larga noche que le espera.
Desde luego, hoy te ha tocado el gordo, pierdes tu santuario, tu dignidad, tu amor propio y tu autoestima. Todo en una tarde. En menos de una hora.
Se tarda más en hacer un pastel que en acabar cómo tú
.

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